Los 10 mandamientos de la Ley de Dios son una guía que el Señor entregó a Moisés en el monte Sinaí, y que siguen siendo el fundamento de la vida moral cristiana. A través de ellos, Dios nos enseña cómo vivir en relación con Él y con nuestros hermanos.
Hoy te explicamos de forma sencilla cada uno de estos mandamientos, para que puedas comprenderlos mejor y vivirlos con amor en tu día a día.
¿Cuáles son los 10 mandamientos?
La fórmula tradicional enseña los mandamientos así:
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Amarás a Dios sobre todas las cosas.
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No tomarás el nombre de Dios en vano.
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Santificarás las fiestas.
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Honrarás a tu padre y a tu madre.
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No matarás.
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No cometerás actos impuros.
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No robarás.
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No dirás falso testimonio ni mentirás.
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No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
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No codiciarás los bienes ajenos.
Explicación sencilla de cada mandamiento
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas
Poner a Dios en el centro de nuestra vida, amarlo con todo el corazón y confiar plenamente en Él por encima de todo.
2. No tomarás el nombre de Dios en vano
Respetar el nombre de Dios, no usarlo para insultar, jurar en falso o frivolizar. Su nombre es santo.
3. Santificarás las fiestas
Participar en la Santa Misa los domingos y días de precepto, dedicar tiempo a Dios y al descanso, recordando que el domingo es el día del Señor.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre
Amar, respetar y cuidar a nuestros padres y a quienes ejercen una autoridad legítima sobre nosotros, especialmente en la familia.
5. No matarás
Respetar la vida desde su concepción hasta su fin natural. Promover la paz, rechazar el odio, el abuso y la violencia.
6. No cometerás actos impuros
Vivir la pureza del corazón, respetar la sexualidad como un don de Dios, y guardar la fidelidad en el matrimonio.
7. No robarás
Respetar los bienes ajenos. Ser honesto en todas nuestras acciones, rechazar el fraude y vivir con justicia.
8. No dirás falso testimonio ni mentirás
Decir siempre la verdad. No calumniar, no difamar, no engañar. La palabra debe ser reflejo de nuestro amor a la verdad.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros
Custodiar el corazón y la mente, evitando deseos y pensamientos que nos aparten del amor auténtico y de la dignidad del prójimo.
10. No codiciarás los bienes ajenos
Vivir con sencillez y contento, evitando la envidia y el deseo desordenado de lo que tienen los demás.
Vivir los mandamientos hoy
Aunque los mandamientos fueron entregados hace siglos, siguen siendo plenamente actuales. Vivirlos no se trata solo de «cumplir normas», sino de responder al amor de Dios con una vida de amor, respeto y servicio.
Cada mandamiento nos ayuda a construir una vida más libre, más digna y más feliz.