Cada día trae sus propios desafíos, pero también la oportunidad de confiar en el cuidado de Dios. El Salmo 91 es una de las oraciones más poderosas para pedir protección, paz interior y fortaleza frente a las adversidades. A lo largo de los siglos, millones de creyentes han encontrado en sus palabras un refugio seguro y una fuente de esperanza.
Texto completo del Salmo 91
El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo al Señor: «Refugio mío y fortaleza mía,
mi Dios, en quien confío.»
Porque Él te libra del lazo del cazador
y de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
y bajo sus alas hallarás refugio;
escudo y baluarte es su fidelidad.
No temerás el terror de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
ni la pestilencia que anda en tinieblas,
ni la destrucción que hace estragos en medio del día.
Caerán a tu lado mil,
y diez mil a tu diestra,
pero a ti no se acercará.
Con tus ojos mirarás,
y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto al Señor, que es mi refugio,
al Altísimo, por tu habitación,
no te sobrevendrá mal,
ni plaga se acercará a tu morada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
para que te guarden en todos tus caminos.
En sus manos te llevarán,
para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y la cobra pisarás;
hollarás al cachorro de león y a la serpiente.
«Porque en mí ha puesto su amor, yo lo libraré;
lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
con él estaré en la angustia,
lo rescataré y lo honraré.
Lo saciaré de larga vida,
y le mostraré mi salvación.»
¿Para qué sirve rezar el Salmo 91?
- Buscar protección espiritual: confiar en que Dios nos ampara de los males visibles e invisibles.
- Encontrar paz interior: sentir serenidad incluso en medio de las pruebas.
- Superar miedos e inseguridades: recordar que no estamos solos en las batallas de la vida.
- Proteger a los seres queridos: pedir amparo para nuestra familia, amigos y comunidad.
¿Cuándo se recomienda rezarlo?
- Antes de dormir, para descansar bajo la protección de Dios.
- En momentos de angustia, enfermedad o peligro.
- Al comenzar proyectos importantes o viajes.
- Cuando deseamos renovar nuestra fe y fortaleza espiritual.
Rezar el Salmo 91 nos recuerda que Dios nunca nos abandona. Su presencia es un refugio seguro en todas las circunstancias. Al confiar nuestras vidas en Sus manos, aprendemos a vivir con más esperanza, paz y valentía.